LA GAVIOTA AZUL (Elegía a un Gasolino)Blanco sobre azul es tu alar; rielas al sol tardío en tu piélago, marina gaviota.
Acaricia tu proa grácil, sobria, sencilla y serena el bravío ponto cántabro.
Oteas abruptos acantilados, horizontes sin sextante, líquidas colinas de sal.
Suave al tacto navegas cual satén rumoroso; todos los eolos te saludan risueños al pasar.
Proa y popa, babor y estribor elevan tu humilde vuelo, gaviota y azul. Ronroneas como tórtolaen celo y cuando tus alas emproan el éxodo de tu lar portuario
vuelven sus miradas los orgullosos posaderos con muerto en Costa Rica (Arriluze).
No te haces a la mar, la mar se hace a ti, gaviota azul.
Gaviota azul, nacida de cenizas, y revestida de sudor pero trajeada de fiesta; quien te vió y quien te ve, dice ver lo que no vió.
La amistad te ha vestido.
Navegas cual producto de un fogoso patrón ideatívo (Josemi) y de un ilusionado (Joseba), que ajusta tus entrañas en continua y bronca pero noble y amistosa dialéctica.
Gaviota azul, entraste malherida en Puerto Pobre (Arriluze); pero ahora ya deslizas, exultante, tu quilla en nuevas singladuras.
Al pasar te ven nueva los moradores, que visten escamas bajo tu quilla.
Corren su voz y acuerdan, en asamblea, seguir tu estela e inmolar en el lar de tus salvadores los frutos primigenios de sus últimos amores.
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