miércoles, 2 de abril de 2008

El Viernes santo falló la Mitral.

Púdo ser pero no fué el final de mi temporalidad.
Tomé la decisión correcta : en vez de irme a la huerta, me fuí a "urgencias" de Gorliz; me auscultó Ana, una aguda profesional de guardia que detectó el fallo (electrocardiagrama) e ingresé en Cruces por Urgencias, en "respi" y "cardio", como dicen en su jerga.
Una semana entera de pruebas, análisis y diagnosticos...,hasta la vuelta de los médicos titulares vacacionados.
Muy buena atención y trato; certero diagnostico y, según parece tratamiento paliativo hasta ver cómo se decanta la "mitral", cansada de cerrarse más que de abrirse...; si no se arregla habrá que volver al taller para poner una válvula nueva..., si el motor aguanta.
Nueva experiencia; hablaremos de ella y de sus muchos detalles, vivencias, sentimientos, valores, visiones, sonidos y etcs.
Por el momento vale con esto como testimonio de que aún estoy aquí.
Con Neli como una lapa todas las noches y días. Con ella cerca "no merece la pena morirse".

2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

De hecho no merece la pena morir por casi nada, ¿no? Ánimo, chaval, que hay muchas cosas por hacer.

JJAMLO dijo...

Amigo Julen :
Creo que la clave de tu aserto previo al "Änimo" está en el término "casi".
Me da que no te has atrevido a concretar lo que "se oculta en ese término".
Pienso que el "ocultismo" ante lo incontestable de la muerte va a seguir siendo para muchísimos humanoides la permanente expresión de que aún no hemos madurado sobre el sentido de nuestra temporalidad.
Ánimo, quedan muchas cosas por hacer..., y muchísimas por decir; eso no siempre parece tan facil.

Nada ni nadie merece que se mate; pero puede que haya algo o alguien por quien merezca la pena morir...;
pero cuanto más tarde, mejor.
¿O no?. Vale.